Hoy quiero hacer foco en la gente que dice pertenecer a la cultura underground, un término que designa popularmente a todo aquel movimiento contracultural de rasgo alternativo, paralelo, contrario o ajeno a la cultura oficial; larga y razonable definición que puede leerse también como el conjunto de personas -esto último aún en estudio- sin buen gusto ni sentido lógico para disfrutar la vida más allá de su propio ombligo.
Siempre me causó rechazo la gente que actúa como si ser distinta le diera impunidad para basurear a los demás. Les gusta mirarte de reojo, y cualquier elemento que denote tu pertenencia a lo popular les servirá de escusa para dejarte en ridículo. No dejan nunca de estar al acecho. Ellos prefieren escuchar música que es sólo ruido, nadar en los mares bajo tierra -cuales tortugas ninjas pos-modernas y sólo ir a museos cuyo nombre recuerde a artistas desconocidos o a poetas malditos. Ellos aman a Baudelaire y salen con chicas/os cuyos tatuajes superan el tamaño de su cara. No parecen tener escrúpulos a la hora de discriminar todo lo que pertenezca a la masa. ¡Irónico! Teniendo en cuenta que ellos hacen cualquier cosa por pertenecer.
Los hay de distintos colores. Quizá los más oscuros sean los góticos, emos, y toda esa familia de falsos suicidas que promulgan un discurso en el que la muerte es sólo una herramienta de marketing. Se identifican con cualquier banda punk o lunática de voces roncas que terminaron ahí por su falta de capacidad para la música lírica. Más allá en el camino nos encontramos con los metaleros, esa raza extraña que prefiere alabar la violencia solo por amor al arte. Son todos parte del mismo todo, esta cultura subterránea que va por debajo de los "valores imperiales que hacen a la sociedad una máquina de hacer esclavos. Este sucio capitalismo que nos vende remeras negras a mitad de precio y discos de Metállica gratis con la tarjeta de Musimundo. No es justo que nos obliguen a pagar las entradas a recitales o los posters con los que empapelamos nuestras habitaciones, previa mano de graffiti a diez pesos la lata." Y así es la cuestión, lo que me baja las ganas es el discurso hipócrita del que se deja llevar por el mismo impulso que dio lugar a sus críticas. Son tan ciegas como las hormigas que disfrutan pisar.
Lo que me da mucha gracia, más que su actitud sectaria, es la energía burlona que ponen a disposición de sus víctimas. Uno no puede ir en paz por la vida escuchando Pop por miedo a que uno de estos fantasmas tatuados con aires de superioridad le metan un expansor adonde no da el sol. No se puede tener un estilo que vaya en contra de sus reglas, una onda prolija y colorida por la única razón de sobrevivir a los ataques de estos psicópatas, ignorantes, con todas las probabilidades de convertirse en asesinos seriales. Ellos tienen el derecho de armar su propio grupo social, de ser estúpidos consumistas en contra del consumo, de ser víctimas de la oquedad que luchan verbalmente contra la falta de ingenio, de ir por la vida con su repetida y poco original estructura, pero uno no puede darse el lujo de caer en la repetición de lo vacío sólo por el placer de relajar la mente. Estamos frente a la marca más clara de hipocresía.
Deberíamos empezar a ridiculizarlos, tomarnos el atrevimiento de ponerlos ante un espejo y mostrarles que son lo que tanto odian.
Me ha gustado la entrada!
ResponderEliminarbesos
el buscar ser diferentes sin duda lleva a las personas a distintos estadios de razonamiento y de estilo de vida
ResponderEliminaral final todo decanta por su propio peso
esto me recuerda la época de los hippies que hoy son los yuppies más conservadores
gracias por tu huella
feliz martes 13
Te felicito por el texto, aunque no soy partidario de etiquetas ni clasificaciones en este caso es clara, lo catalogaste perfectamente.
ResponderEliminarDesde siempre me ha parecido que opinar sobre algo es no saber nada...todo es bastante absurdo sobre gustos...y siempre el que se aparta para no ser un perfil bajo causa una especie de estupor...como esos que se proclama nihilistas sin tener ni zorra idea de "nada"...
ResponderEliminarTiene usted un estilo literario que a mi me gusta.
Saludito.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
EliminarTotalmente de acuerdo con lo que comentas. Siempre ha estado muy de moda y muy bien visto ponerse etiquetas y diferenciarse, una actitud muy absurda en mi opinión, que por lo general se queda en la estética y en la cosmética. Buena entrada. Un saludo.
ResponderEliminarEn esto de la cultura, debemos sentarnos y replantearnos hasta donde llega la cultura o lo snobista.
ResponderEliminarun saludo
fus
Estoy bastante de acuerdo aunque se deja fuera a mucha gente que, perteneciendo a cualquiera de estas corrientes estéticas, no responde a la actitud que describe el texto. Mucha gente lo hace sólo porque le gusta, sin que ello conlleve excluir a los demás ni nada parecido.
ResponderEliminarPor otro lado el mundo lleva toda la vida ridiculizándolos. Sólo ahora, por obra y gracia de Twitter y otras redes, empiezan a ser la "mayoría", lo cual por otro lado les destruirá (obviamente).
Siempre hubo grupos que se alejan igual de la mayoría,no veo nada malo en ello. Eso sí que no me tachen de antigua porque me guste el pop.
ResponderEliminarSaludos.
me gusta tu blog porque es DIFERENTE saludos
ResponderEliminarRespetando tu punto de vista, creo que los grupos que describiste no son underground, sólo tienen otra forma de hacerse publicidad.
ResponderEliminarTe puedo decir que lo poco que sé de la verdadera cultura underground en el arte (sea música, literatura, pintura, etc.) de estos últimos años (la verdad que quedan muy pocos movimientos, la mayoría son las mismas cosas repetitivas de siempre), es que se intenta innovar, tratar de mostrar o hacer algo diferente. Los punkers, metaleros, emos, etc. fueron under en su momento, ahora ya son aburridos, no tienen nada más que contar. El morbo (como por ejemplo en las primeras películas de John Waters) en el cine alguna vez fue under, ahora el cine comercial también ya lo muestra, o lo que fue alguna vez tocar temas sobre satanísmo, paganismo, etc.
Ellos son así. Si te respetan, respétalos. Lo mismo que la gente los critica a ellos, ellos critican a la gente. Somos así, todos; punkies, heavys o emos.
ResponderEliminarSaludos.